lunes, 18 de julio de 2011

Claves para el desarrollo de liderazgo

Un buen líder debe reconocer fortalezas y potenciales en los que pueden llegar a ser los próximos líderes
Os presentamos un interesante artículo publicado en la revista Executive ExcellencePatrick Sweeney, presidente de Caliper, nos explica cómo reconocer y desarrollar el potencial de futuros líderes. 
Liderazgo efectivo
¿Cómo pueden los aspirantes a líderes subir en el escalafón al tiempo que tienen un impacto en la organización? Puede ser necesario llegar a tener la flexibilidad de un acróbata. Si quienes tienen altos potenciales mantienen el status quo, sus habilidades de liderazgo no serán reconocidas. Si intentan “agitar” las estructuras, otros pueden intentar subvertir esos cambios.

Identificar y desarrollar aquellos individuos que tienen un alto potencial para ser líderes en el futuro es todo un reto. ¿Qué es lo que permite que alguien que tenga potencial llegue a la cima?

En los últimos dos años, es muy posible que tu organización haya tenido que someterse a ciertas reducciones y “apretarse el cinturón” dentro de esta tormenta que vivimos, aprendiendo a competir en un nuevo entorno. Como líderes, nos hemos tenido que “poner las pilas” para mantener las cosas a flote, asegurándonos al tiempo de que nuestros empleados con mejor rendimiento continúan comprometidos y no huyen del barco. Aun así, muchas organizaciones todavía tienden a descartar (incluso desincentivar) a líderes potenciales, como consecuencia de estar demasiado inmersas en problemáticas circunstanciales que no les permiten enfocarse en lo que es realmente importante. Más allá de crear un objetivo atractivo para el futuro, los líderes necesitan reconocer el potencial de futuros líderes. Una vez detectados, han de actuar con ellos como mentores, coaches y desarrolladores de su potencial, dándoles responsabilidades crecientes, ya que en el futuro se necesitarán nuevos y diferentes líderes.

Las tres claves
Para desarrollar líderes en su entorno, un líder ha de hacer tres cosas:

1- Conoce a tu gente
Los líderes se tornan en efectivos cuando aceptan que no pueden hacer todo para todos. La clave es conocer a tu gente y saber a quién tienes en el equipo del cual puedas depender. No hay que centrarse en lo que no se tiene. Hay que focalizar en las fortalezas de tu equipo y construir a partir de ellas. Si tuvieses que describir la personalidad de tu equipo con una palabra, ¿qué palabra sería? ¿Son empáticos y compasivos o competitivos y duros? ¿Están organizados, estructurados, o son flexibles y espontáneos? ¿Son persuasivos o persistentes? ¿Están orientados a resultados?

Una vez identificadas las cualidades que distinguen un equipo hay que observar a quién destaca y por qué. Hay que profundizar para saber qué es lo que aporta cada individuo al equipo. Además es importante averiguar cómo apoyar sus particulares fortalezas.

¿Quiénes son los potenciales planificadores, ejecutivos y líderes? Esta evaluación proveerá de un conocimiento muy útil. Una vez que sabes quiénes tienen en tu equipo y cómo trabajan entre ellos, se puede determinar las cualidades que distinguen a los que tienen mayor rendimiento, centrándonos en cómo ayudarles a ser los líderes que aspiran ser.

Doug DiVello, vicepresidente del centro médico de Maine, describe la confianza como esencial en la creación de un equipo real y que permite distinguir a sus mejores empleados, así como a aquéllos que tienen potencial de ser líderes. Los líderes que tienen éxito son aquéllos que identifican, desarrollan y se rodean de un equipo capaz. Asimismo, les hace saber que realmente confía en ellos. Sólo un líder así, con un equipo como el descrito, puede enfrentarse a los retos de hoy sin miedo. El conocimiento de las fortalezas y limitaciones de los miembros de un equipo, y cómo trabajan entre ellos, es la única forma para una delegación razonable, orientada a hacer crecer las fortalezas de cada individuo. Un equipo respeta a su líder si sabe que existe la confianza; y con una delegación adecuada, un líder puede desarrollar una relación más profunda y fuerte con cada miembro del equipo.

La sabiduría real consiste en conocer a tu gente, y conocerte a ti mismo y de lo que eres capaz. Como líderes, debes conocer tus limitaciones y a lo que te enfrentas. Sabiendo esto, has de encontrar la forma de complementar tus deficiencias a través del talento de quienes forman parte del equipo. Así, a través de la delegación de proyectos de una forma adecuada, se construye y crece.

Es muy importante conocer nuestras carencias y, aunque es difícil verbalizarlas, ahí están. Los grandes líderes saben quiénes son y tienen confianza en sí mismos. Esta confianza les permite reconocer que cada persona que le rodea tiene un papel importante que jugar. Como resultado, están mejor capacitados para construir un equipo y desarrollar a futuros líderes que le complementan y se complementan entre ellos, permitiendo a la organización tener un futuro mejor. La parte más difícil de todo el proceso es la necesaria apertura de los líderes mostrando sus fortalezas y debilidades, al tiempo que conectan con un equipo de futuro del cual se rodean.

2- Reemplaza el miedo con confianza
Una vez creada una cultura con un alto índice de confianza, el próximo paso de un líder es reemplazar el miedo con confianza a través de una focalización en los mensajes correctos, o cambiarlos si éstos ya no sirven. Gerhard Gshwandtner, editor de Selling Power dice: “Como líderes, somos mercaderes de esperanza. Necesitamos crear nuevos escenarios y nuevas posibilidades. Ahora no es el momento de esconderse debajo de la mesa del despacho protestando por la difícil situación. Necesitamos hacer que todos sepan que creemos en ellos, que creemos en el futuro y que lo vemos a la vuelta de la esquina”.

En una crisis, quienes tienen mejor desempeño, o son líderes potenciales, necesitan que sus líderes emitan confianza. Confianza no sólo en la situación sino en ellos, de manera que se vean capaces de aportar un cambio y un valor real. Si los mejores de tu equipo no lo sienten así, no sería raro que buscasen esa seguridad fuera.

Ahora bien, ¿cómo pueden hacer los líderes reales esa promesa de confianza en el futuro? Gshwandter nos dice: “Es el momento de que los líderes conozcan a su gente”. Una vez que los líderes conocen a su gente pueden crear los necesarios incentivos para motivarlos. De esa manera, las personas podrán moverse, con confianza, en la dirección de sus sueños dentro de la compañía donde trabajan. Y todo ello porque sus líderes entienden lo que ellos sueñan. Un gran líder da sentido al trabajo de su gente.

3- Crea una cultura de colaboración
Skip Cimino, CEO del Hospital Universitario Robert Wood, se acerca al liderazgo no sólo desde su relevante perspectiva en el sector sanitario, sino como máximo responsable. En tiempos difíciles, los recursos están limitados y la colaboración es una necesidad. “Solicito de nuestros empleados su perspectiva en los procesos de gestión para la reducción de recursos y cómo podemos dar el mejor servicio posible”.

Así que, ¿cómo ha cambiado el liderazgo?

Hoy los líderes necesitan entenderse a sí mismos y a su gente para poderles motivar y generar compromiso. Todo se basa en el trabajo de equipo. Ya no vivimos tiempos donde el líder tenía que estar al frente del grupo. Cierto es que ayuda a guiar y dirigir, pero eso no lo puede hacer como un individuo, hace falta mucha gente trabajando de forma conjunta para que suceda.
Es ahí donde el verdadero liderazgo entra en acción, reconociendo fortalezas y potenciales en otros que pueden llegar a ser los próximos líderes.

Otro de los aspectos más importantes del liderazgo es el poder de generar un tono positivo y optimista. Es necesario mostrar a quienes te rodean que crees en ellos. Has de permitirles que cometan errores y se equivoquen, ya que es un paso esencial en la construcción de la confianza. Además, incentivar perspectivas positivas incrementa la satisfacción entre los clientes, y ahí es donde reside el verdadero valor añadido.

Hacerlo de manera coordinada
Los grandes líderes son capaces de articular y expresar una visión atractiva, al tiempo que se rodean de personas que abrazan esa visión, queriéndola hacer real. Quienes mejor lideran refuerzan las creencias de sus mejores ejecutivos y futuros líderes, de los que se rodean, comunicando de forma efectiva y compartiendo con ellos de manera que reemplazan el miedo por la confianza, al tiempo que crean relaciones con sentido que desembocan en una construcción de equipos reales. Evidentemente, la presión por conseguir esos resultados prometidos te obliga, como líder, a tener un tono de confianza, mantener a tus ejecutivos implicados y reemplazar a aquéllos que no tienen lo que se necesita para alcanzar los retos propuestos. Retener a quienes tienen potencial para alcanzar el éxito es algo que le debes a la compañía y a ti mismo. Para ello, has de conectar y generar fortalezas a tu alrededor, incentivando a superar expectativas. Y asegurarte de que tus máximos ejecutivos saben que los valoras de verdad, que los entiendes y que ellos son tu futuro.